Indemnización por retraso de vuelo o cancelación.
La vida es tiempo. Tiempo que se nos da o concede y tiempo que se nos quita.
Nacemos en un determinado tiempo y a tiempo con lo que la vida nos brinda. El tiempo no se para, siempre cabalga, a veces al trote, otras, al galope, pero nunca para. El tiempo siempre camina hacia adelante, más o menos ligero, pero siempre con paso firme. Incluso, cuando nuestro cuerpo se vuelve inerte, el tiempo, para el resto de personas y seres vivos, sigue y continúa.
Es cierto que cada uno de nosotros organiza su tiempo como quiere o como puede. Hay quienes piensan que hay un tiempo para cada cosa y que cada cosa tiene su tiempo. A mí, organizar el tiempo de mi vida, siempre me ha dado cierto vértigo. Quizás, porque la vida me enseñó pronto que, cada quien vive a tiempo con su tiempo y, que cada uno ha de intentar hacer lo que quiera hacer en el que considere que es su tiempo. Me niego a pensar que haya un tiempo para jugar, o un tiempo para aprender, y mucho menos que haya un tiempo para sentir, para perdonar o para amar. No creo que haya un tiempo determinado para ser, para tener, o para experimentar y, mucho menos creo que haya un tiempo para decidir ser libres o para volar.
Pero, el tiempo es de cada uno de nosotros y, solo nosotros decidimos sobre qué hacer con él y como pasarlo o consumirlo. Por eso, cuando alguien nos hace perder el tiempo, cuando alguien juega con nuestro tiempo, nos irrita y exaspera.
William Shakespeare decía que “mejor tres horas demasiado pronto que un minuto demasiado tarde”. Quizás, si las compañías aéreas aplicaran esta máxima y regalasen puntualidad, ganarían en confianza y en el respeto de todos sus usuarios.
Cada año vemos la misma imagen en los aeropuertos del mundo: miles de personas atrapadas en una terminal que se ve obligada a reorganizar vuelos que, con o sin motivo, se retrasan, e incluso se cancelan, obligando a esos pasajeros a perder su tiempo, dinero, experiencias e ilusiones.
Pero, hacer perder el tiempo a los demás no es gratuito y, las aerolíneas cada vez lo tienen peor para ahorrarse una compensación al pasajero cuando el vuelo programado sufre un gran retraso. Todo pasajero tiene sus derechos y, uno de ellos, es el del respeto de su tiempo.
¿Qué derechos tiene un pasajero qué ha comprado un billete de avión?
En primer lugar, ese pasajero tiene derecho de embarque. Si la aerolínea se niega a transportar al pasajero sin motivo –salvo que sea por razones de seguridad o de salud– en un vuelo pese a haberse presentado éste al embarque cumpliendo con los requisitos establecidos en las condiciones de transporte, ese pasajero tendrá derecho a asistencia, derecho a reembolso o a un transporte alternativo y a ser compensado inmediatamente con una indemnización de entre 250 Euros y 600 Euros, dependiendo de la distancia del vuelo.
Todo pasajero tiene derecho a la no cancelación o retraso de un vuelo. Por ello, si se cancela un vuelo programado para el cual habíamos comprado un billete o, si el vuelo sufre un retraso en el aeropuerto de origen no saliendo a la hora inicialmente programada en la reserva, el pasajero tiene derecho a información, a asistencia y al reembolso o al transporte alternativo en los mismos términos que la denegación de embarque, y también tiene derecho a ser compensado, salvo que el retraso o cancelación se dé por circunstancia extraordinaria. Es decir, el pasajero tiene derecho a una indemnización por retraso de vuelo.
Si se llega al destino final tres o más horas después de la hora de llegada inicialmente prevista por la aerolínea, el pasajero puede tener derecho a una compensación idéntica a la que le correspondería en caso de cancelación de un vuelo, salvo que la compañía pueda demostrar que ese retraso ha sido provocado por una circunstancia extraordinaria.
Las compensaciones económicas o la indemnización por retraso de vuelo previstas se establecerán en función de la distancia al punto de destino, siempre que el retraso sea, al menos, de tres horas o más.
Si la distancia del vuelo es de hasta 1.500 km, la compensación a la que el pasajero tendría derecho es de 250 Euros, siempre y cuando la llegada del vuelo alternativo es menor de 2 horas.
Si se trata de un vuelo intracomunitario de más de 1.500 km., o de los demás vuelos de entre 1.500 km., y 3.500 km., la compensación sería de 400 Euros, siempre y cuando la llegada del vuelo alternativo sea menor de 3 horas.
Cuando se trate de vuelos de más de 3.500 km., la compensación será de 600 Euros, siempre y cuando la llegada del vuelo alternativo sea de menos de 4 horas.
La indemnización por retraso de vuelo, pues, es un derecho del pasajero de un vuelo para el caso de grandes retrasos, en forma de compensación y asistencia y, hay que su regulación está prevista en el Reglamento (CE) Nº 261/2004 de la UE. En base a dicho Reglamento, son tres las situaciones que dan derecho a recibir, por un pasajero, una indemnización y asistencia: a) cuando exista una denegación de embarque contra la voluntad del pasajero; b) cuando se dé una cancelación del vuelo del pasajero; c) en caso de retraso injustificado del vuelo del pasajero.
El artículo 1.1 del Reglamento 261/2004, establece, además que, “la percepción de la indemnización por retraso de vuelo no impide que el pasajero pueda realizar una reclamación, además, por daños y perjuicios”, siempre que hayan perjuicios adicionales económicos, personales o morales.
El artículo 7.1 del Reglamento 261/2004 indica que, además, si el retraso es de 2 horas o más en vuelos de 1.500 km., o menos, o de 3 horas o más en vuelos intracomunitarios de más de 1.500 km., o de otros vuelos de entre 1.500 km y 3.500 km y de 4 horas o más para otros vuelos, la compañía está obligada a ofrecer comida y bebida suficientes y, además, el pasajero tiene derecho a llamadas gratuitas o a envío de correo electrónico o fax.
El mismo artículo expresa que, cuando la hora de salida sea como mínimo al día siguiente de la anunciada: la compañía debe ofrecer alojamiento en un hotel y transporte entre el aeropuerto y el hotel al pasajero.
Si el retraso mínimo es de 3 horas, el pasajero tiene derecho a información, a asistencia, y a comida y bebida. Igualmente, se le deben ofrecer llamadas gratuitas y la indemnización por retraso de vuelo acorde a la distancia.
Si el retraso es de un mínimo de 5 horas, el pasajero tendrá derecho a todo lo indicado más a la indemnización por retraso de vuelo, pero además, tendrá derecho a optar por el reembolso en 7 dúas del coste íntegro del billete, junto con un vuelo de vuelta al punto de partida lo antes posible.
Pero, no solo el pasajero tiene derecho a que se le respete su tiempo, sino que, las compañías deberán respetar la categoría contratada por el pasajero. Si la compañía aérea decide acomodarle en una clase inferior a aquella por la que pagó, la compañía deberá reembolsar al pasajero en el porcentaje que corresponda del precio del billete que adquirió el pasajero.
Los pasajeros, además, tienen el derecho a la integridad de su equipaje y pertenencias. En este sentido existe un documento llamado Parte de Irregularidad del Equipaje o PIR. Este documento debe cumplimentarse inmediatamente después de recoger el equipaje y detectar la incidencia relacionada con su equipaje, o de constatar la falta del mismo (pérdida de equipaje). Es un requisito necesario e imprescindible para hacer constar una incidencia ocurrida y para la tramitación por la compañía aérea. El Parte de Irregularidad de Equipaje (PIR), debe solicitarse y cumplimentarse en el mostrador de la compañía aérea responsable del vuelo.
Tu tiempo, pues, es importante, por ello, cuando viajes, además de contar con la ilusión de conocer un lugar nuevo, vivir nuevas experiencias o de visitar y acercarte a tus seres queridos, guarda tu billete de viaje y toda aquella documentación correspondiente a los servicios contratados, contratos, correos electrónicos, etc. Cualquier documento puede servirte de prueba para poder reclamar, con posterioridad, aquellos gastos incurridos o daños y perjuicios que el retraso del vuelo contratado te ocasione en el viaje.
No hay nada más desesperante que la impuntualidad y, no hay nada más valioso que el tiempo que una persona puede gastar. Así que, ¡gasta tu tiempo como quieras! Pero, no permitas que otros dispongan libremente de él.